Sin Título XLVII
Tal vez pronto las banderas cesen
descansar su peso amargo
sobre los hombros.
Las esperanzas tristes
aumenten su potencia viva
y griten:
¡Basta de espera!
Quizás esto es no tener ya miedo,
quizá pronto
libertad.
descansar su peso amargo
sobre los hombros.
Las esperanzas tristes
aumenten su potencia viva
y griten:
¡Basta de espera!
Quizás esto es no tener ya miedo,
quizá pronto
libertad.
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