Cansancio

Hoy desperté con el alma cansada
Cansada
Cansada como el poema que nunca termino de escribir
Cansada como estas piernas que tiemblan
y lloran,
Cansada de estos pies
que se agotan de pisar tanta podredumbre
Siempre
Cansada
Cansada como la faena que no acaba
como la interminable jornada que se ahoga
cada viernes en un vaso de ron
o dos
o tres
Cansada de palabras bonitas que no calan ni en la apariencia
Cansada de días que no muerden la piel pero la amoratean igual
y más salvajemente
y dejan cicatrices feroces
Cansada de tantas cicatrices
superficiales,
de las heridas que hicieron sangrar y no dejaron huella
Cansada de las máscaras que nos ponemos y nos quitamos,
y las que nunca dejamos caer.
Cansada de la ausencia de máscaras.
Cansada de la urticaria emocional que provoca el no-hacer
Cansada
Agotada de la necesidad
-o la necedad-
de desgarrarme los huesos con vicios que todavía no conozco
Cansada de quedarme afónica por todo lo que no grito
Cansada de no poder llorar con la facilidad de antes, 
de no querer empezar a deshacerme todavía 
Un poco más
Aguanta tan solo un poco más
Pero sobre todo estoy cansada,
exhausta,
de tanta carencia,
de tanta queja, 
de tanta hambre,
de todo el sueño
Quiero quitarme los zapatos y echarme a dormir,
pero estoy tan cansada que quizá no quiera volver a despertar.

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