Retazos III: Mariposas.
Ayer,
los “pudo haber sido” parecían, por fin, al alcance de mis manos. Palpables,
tangibles, reales. Hoy son tan solo ecos vacíos, mariposas clavadas en la
pared; marchitas, frágiles, mudas, como rumores de un chiste que no causa
gracia, y que, al tacto, toda evidencia de su existencia se deshace en cenizas.
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