Poema de Amor (Cita XXIV)
Como el brillo de los lirios que trazas en mis ojos cuando te acercas.
O la pausa evidente de mi respiración cuando estás.
O el momento eterno en que mis poros pretenden erguirse tras tu recuerdo.
Como mi timidez desnuda por tu mirada permanente.
O el placer implícito en mi rostro cuando desvaneces mis máscaras.
O mi sonrisa involuntaria que ilumina el rojo del atardecer.
Así, justo así.
Se detienen los tormentos con tu mano sobre mis mejillas.
Se esfuman las paredes del encierro existencial.
Y me veo reflejada, como una niña, en el sueño de tenerte.
Envuelta en las más transparentes ganas de ti.
Y en la memoria constante de tu ternura.
La misma que aluciné tantas veces antes.
Y otras tantas después.
Eres. Desde aquí: Inspiración.
Luz entre tinieblas. Inocencia entre maldad.
Eres, desde aquí.
Eres de verdad.
Alguna vez.
Laura Gardié.
O la pausa evidente de mi respiración cuando estás.
O el momento eterno en que mis poros pretenden erguirse tras tu recuerdo.
Como mi timidez desnuda por tu mirada permanente.
O el placer implícito en mi rostro cuando desvaneces mis máscaras.
O mi sonrisa involuntaria que ilumina el rojo del atardecer.
Así, justo así.
Se detienen los tormentos con tu mano sobre mis mejillas.
Se esfuman las paredes del encierro existencial.
Y me veo reflejada, como una niña, en el sueño de tenerte.
Envuelta en las más transparentes ganas de ti.
Y en la memoria constante de tu ternura.
La misma que aluciné tantas veces antes.
Y otras tantas después.
Eres. Desde aquí: Inspiración.
Luz entre tinieblas. Inocencia entre maldad.
Eres, desde aquí.
Eres de verdad.
Alguna vez.
Laura Gardié.
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